viernes, 12 de abril de 2013

Desahucios y función social de la propiedad privada

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/04/12/suvivienda/1365752059.html
http://www.abcdesevilla.es/andalucia/20130412/sevi-junta-desahucios-franco-201304112140.html
http://www.eldiario.es/andalucia/Europa-expropia-incluso-viviendas-desocupadas_0_120738755.html

Arriba enlazo en ángulos diversos, a veces opuestos, la noticia de esta semana en cuanto a desahucios, derecho a la vivienda, derecho a la propiedad privada y las limitaciones que la constitución impone a este último derecho, la llamada "función social de la propiedad".
La Junta de Andalucía podrá expropiar viviendas en las que habiten familias en riesgo de exclusión social y podrá multar a aquellos propietarios que mantengan sus viviendas vacias sin alquilar.
El gobierno "comunista" andaluz ataca frontalmente la propiedad privada, derecho sagrado para la derecha ultra de este país, derecho intocable que pasa por encima de otro derecho, el derecho a una vivienda digna, que viene consagrado también por la constitución.
En un momento de emergencia social en el que son cientos de miles las viviendas vacías acumuladas por bancos y promotores y, al mismo tiempo, cientos de miles los ciudadanos en situación de pobreza creciente,  muchos de los cuales perderan sus viviendas por desahucio, no se entiende que bancos y promotoras mantengan estas viviendas vacías gracias a los rescates millonarios que los propios ciudadanos están pagando con sus impuestos y con los recortes en los servicios básicos del estado.
Dicho de otra forma: los ciudadanos ponen su dinero para salvar el negocio de bancos y promotores y estos, gracias a este dinero, pueden mantener los precios de sus arriesgadas inversiones inmobiliarias a expensas del progresivo empeoramiento de la situación de sus salvadores. No es justo. No es un ataque a la propiedad privada, no es una nueva desamortización de Mendizabal (O sí?)
Habrá que ver los detalles de la aplicación de esta nueva iniciativa, porque el diablo está en los detalles. Sobre todo habrá que diferenciar entre grandes propietarios y particulares (a estos alude inteligente y mezquinamente la prensa ultra en su defensa de la propiedad privada sin límites, a la supuesta intención de los "comunistas" de expropiarnos a todos nuestras casas y vacas) ya que nadie puede influir en un gran mercado con una sola carta, pero sí pueden distorsionarlo aqullos que tienen la mayor parte de la baraja, y de ahí la imposibilidad de la realización efectiva del derecho a la vivienda mediante la función social de la propiedad.
En todo caso, la única posibilidad de remontar el vuelo es intentar mantener a la gente en sus casas, darles otra oportunidad, en esto entra también la polémica reforma de la ley hipotecaria, y, así como están bajando brutalmente los salarios y aumentando el paro, dejar que el LIBRE mercado (sí, invoco el libre mercado! pero sin distorsiones interesadas) deje caer por gravedad los precios de venta y alquiler de las viviendas, a fin de que las familias puedan tener un punto de apoyo sólido sobre el cual levantar de nuevo la economía.